Lo de la subasta de Matías Cortes, una chufla: no hay postores y los Polanco se empeñan en salvarse de la quiebra endosándole la plataforma a Telefónica. Mientras, Juan Luis Cebrián insiste en traicionar a la familia Polanco vía Slim, pero el mexicano es un rácano: acepta comprar el 33% de PRISA con dos condiciones: que Timón retroceda hasta ese mismo porcentaje y pagarlo a precio de mercado (a día de hoy, 750 millones de capitalización)
|
etiquetas: prisa , enloquece