Un estudio anatómico de Jeremy M. DeSilva, del Colegio Estatal de Worcester, revela detalles de los huesos que forman la articulación del tobillo de los homínidos, en especial las tibias y los astrágalos, y muestra que los ancestros de los humanos modernos no eran capaces de doblar el pie en un ángulo de 45º para trepar a los árboles como lo hacen los primates adaptados a una dorsiflexión mucho más extrema. Más:
neanderthalis.blogspot.com/2009/04/los-hominidos-antiguos-no-eran-muy.