Gil Pérez, un Guardia Civil destacado como en las Filipinas, apareció de repente en la Plaza Mayor de Ciudad de México el 24 de Octubre de 1593, vistiendo el uniforme de los guardias del Palacio del Gobernador en Manila. Pérez sabía que no estaba en Filipinas, pero no sabía donde estaba. Cuando fue informado de que estaba en México, dijo que era imposible, que él había recibido órdenes el 23 por la tarde en Filipinas. Dijo que el gobernador de Filipinas había sido asesinado, hecho que se comprobó a los dos meses, al llegar el galeón de Manila.
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