Poco nos sorprende la desvergüenza del PP del pimpollo Casado, que hoy mismo, ante un auto del Supremo demoledor contra su partido, intentaba boquear, ayudado, eso sí, por su fanática prensa, absurdas y mentirosas justificaciones. Una sentencia que remacha una vez más, por si hiciera falta, las trampas en su financiación. El PP se lucró, hasta las cachas, con la sucia y bochornosa trama Gürtel. Palabra del Supremo.
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