Antonio Muiños trabajaba en una pequeña conservera gallega de 100 metros cuadrados que se vio obligada a abandonar por la fuerte competencia internacional. Entonces comenzó a interesarse por el mundo de las algas y sus valores gastronómicos. Nace así su empresa Portomuíños, que factura cerca de 3 millones de euros. En esta empresa la parte de I+D+i es fundamental, según declara Muíños, que mantiene actualmente 15 proyectos de investigación
|
etiquetas: algas , portomuíños , antonio muíños , conservas