Están exaltados, y con razón : van a poder continuar forrándose con total impunidad. La fabricante de automóviles norteamericana acaba de volver a la Bolsa, sacando a la venta 478 millones de acciones. A 33 dólares la unidad, la operación es muy lucrativa. Simboliza igualmente la inmoralidad del sistema : declarada en bancarrota en 2009, General Motors suprimió 30.000 empleos y cerró 14 plantas sólo en EE.UU, tras haber sido salvada con 35 mil millones de euros de dinero público. Con esta venta de acciones, el Estado vuelve a ser minoritario
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