El celo por proteger los intereses de las empresas que han pagado millones de dólares por patrocinar los JJOO ha llevado a las autoridades chinas a crear una especie de policía antilogos cuyos agentes recorren las instalaciones olímpicas tapando los logos de las empresas que no pagan. La cosa llega a tal extremo que cubren hasta los extintores o los interruptores de la luz. Ridículo. Más en
www.wsj.com/article/SB121885240984946511.html