La carne cubre el hueso
y dentro le ponen un cerebro
y a veces un alma,
y las mujeres arrojan
jarrones contra las paredes
y los hombres beben demasiado,
y nadie encuentra al otro,
pero siguen buscando,
de cama en cama.
La carne cubre el hueso
y la carne busca
algo más que carne.
No hay ninguna posibilidad:
estamos todos atrapados
por un destino singular.
Nadie encuentra jamás al otro.
Los tugurios,
se llenan,
los vertederos,
se llenan,
los manicomios,
se llenan,
los hospitales,
se llenan,
las tumbas,
se llenan,
nada más se llena.
Charles Bukowski