Joven rico, pendenciero, abusón, camorrista, borracho y putero, se dio de bruces con la realidad. Aquel niño bien y mejor relacionado perdió su fortuna, se le dio por muerto y aprovechó para huir de Madrid al nuevo mundo, donde conoció la necesidad. Aquel ilustrado perdió lustre y pasó hambre, entendió y compartió la pobreza, fue encarcelado y varias veces exiliado.
|
etiquetas: anarquismo , siglo xix , rafael barrett