edición general
5 meneos
 

Platón, en el día de los inocentes

El aprendiz de filósofo parece que necesita verse a sí mismo como un ser espiritual y más elevado que el resto de los humanos; como un hombre capaz de desprenderse de las urgencias del cuerpo para dedicarse en exclusiva a las tareas el alma, que son las de la teoría. Pero es legítimo sospechar que el eros filosófico no es otra cosa que una domesticación o canalización de esas urgencias.

| etiquetas: platón , día , inocentes

menéame