"Los pinchazos telefónicos a periodistas, sin importar si son legales o ilegales, son contradictorios con los principios básicos de la ley y la democracia". Las escuchas fueron autorizadas por los jueces, como requiere la ley, pero la primera ministra explicó que los pinchazos telefónicos que pretenden revelar una actividad criminal deben llevarse a cabo por la Policía en vez de por la contrainteligencia militar. Tanto la dirección de 'Novy Cas' como la de 'Pravda' negaron que hicieran cualquier cosa ilegal que justificase dicha investigación.
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