De forma simple, el aire frío de los meses de invierno puede transportar menos vapor de agua antes de llegar al punto de rocío. Pese a que a través del cristal empañado de nuestra ventana parezca que el ambiente es más húmedo, a nivel absoluto no lo es. Cuando la humedad absoluta es alta, las partículas que segregamos (estornudos, toses) y que portan los virus de la gripe son grandes y pesadas, por lo que pasan menos tiempo en el aire. Caen al suelo. Cuando la humedad absoluta es baja, se dispersan, son más ligeras, y permanecen en el ambiente.
|
etiquetas: gripe , humedad , estornudo , tos , partícula , peso