El Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzados (AIST) de Japón ha desarrollado una pila de combustible de óxido sólido (SOFC) del tamaño de un terrón de azúcar. Construida a partir de 25 módulos cilíndricos de 0,8 milímetros, la pila trabaja a una temperatura de servicio muy baja (otras SOFC trabajan a temperaturas entre 700 y 1000º C). El bajo valor de expansión térmica de la célula permite unos tiempos de arranque más rápidos, de unos 5 minutos o menos.
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