Los aullidos de Leo, un perrillo de seis o siete kilos, ponían los pelos de punta a los vecinos de la calle La Virgen de Linares. Durante cinco o seis meses de 2011, un testigo aseguró que eran «prácticamente diarios». Los policías locales que finalmente intervinieron también los escucharon. Por las palizas que supuestamente sufrió el animal, Pedro P.B., vecino de Linares de 50 años sin antecedentes, se sentará en el banquillo de un juzgado de lo Penal de Jaén con penas en juego de hasta un año de cárcel.
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