Las siete obras de arte robadas el pasado octubre en la Kunsthal de Rotterdam probablemente han sido pasto de las llamas. El lunes la fiscalía rumana presentó cargos contra los dos presuntos ladrones y cuatro cómplices, entre ellos la madre de uno de los ladrones. En el primer registro policial los ladrones entraron en pánico y además, no habrían logrado vender los lienzos. Antes de quemarlos, la mujer habría enterrado los cuadros en un cementerio. Las pinturas, de Monet, Picaso, Matisse y otros, están valoradas en entre 50 y 100 millones de €.
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