No cabe duda de que incluso los reyes tienen vida privada y, por lo tanto, poseen derecho a la misma protección jurídica a su intimidad que cualquier otro ciudadano. Pero los desplazamientos de don Juan Carlos fuera del territorio nacional deberían ser comunicados, como sucede en la mayoría de los países democráticos, aunque las leyes españolas no establezcan nada al respecto.
|
etiquetas: jefe del estado , percance real , elefante , editorial el país