El pasado sábado, obligaron al conductor del autobús del Hamburgo, que regresaba tras haber empatado contra el Hoffeinheim (0-0), a pararse en un área de servicio de una autopista. Los policías, aficionados al fútbol, pidieron a Petric que bajara del vehículo. "Al principio pensaba que era una broma; me quedé sentado, pero una agente de policía me dijo que era uno de mis fans y que quería un autógrafo", explicó el goleador balcánico. Los agentes han sido denunciados por abuso de poder. En español:
goo.gl/LMqe4