Los coches nuevos que no se venden se amontonan alcanzando unas cantidades sin precedentes que desbordan sus previsiones de almacenaje. Alguien en The Guardian debió percatarse de que todo este percance, a simple vista dramático para el sector y sus trabajadores, tenía un punto de estética interesante y se encargó de recopilar una serie de imágenes interesantes y escalofriantes a partes iguales que ilustran la situación.
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