Si hubiese matado (la vida es un bien jurídico más visible que las garantías sociales), nadie lo supiera y Federico Jiménez Losantos lo descubriese y querellase, habría que castigar el homicidio aunque la querella partiese de alguien que siempre ha montado campañas contra él. Supongo que Garzón acudirá al Tribunal Constitucional y/o al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. No me asiste ninguna fobia hacia él, pero me parecería necesario mantener el criterio interpretativo ejemplarizante de la sentencia del Tribunal Supremo.
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