Los parados que rechacen hasta tres ofertas consecutivas de trabajo perderán los beneficios sociales de que disfrutan durante tres años, según un nuevo plan del Gobierno británico. Según Cameron, hay millones de personas en el Reino Unido que se han acostumbrado a los beneficios del Estado y comunidades enteras donde varias generaciones de familias llevan años sin trabajar, algo que pretende combatir el nuevo plan. Es una de las medidas de la reforma del sistema del bienestar británico.
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