"Ahora nos toca a nosotros", ha apuntado David Bravo, ya que se plantean, por un lado, la posibilidad de pedir a las empresas que les reembolsen daños y perjuicios y, por otro, la opción de querellarse contra los demandantes "porque en el proceso hay algunos indicios de un delito contra la Administración de justicia".
|
etiquetas: pablo soto , querella , discograficas , demanda