Los químicos James Tour de la Universidad de Rice y Stepan Kalmykov de la Universidad Estatal Lomonosov han encontrado un nuevo método para la eliminación de material radiactivo de las aguas subterráneas. Agregando partículas microscópicas de óxido de grafeno en una solución se añade a los residuos nucleares condensándose en sólidos que facilitan su extracción, demostrando ser mucho mejor que las arcillas de bentonita y el carbón activado granulado. El material podría ser de gran ayuda en la limpieza de sitios contaminados como Fukushima.
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