Jugar a las seis de la tarde del sábado significa anteponer los intereses de los aficionados ante los de las “televisiones”. Aunque también es cierto que el dinero que recaudan los clubs con los abonos y las entradas de los que van al estadio a disfrutar del fútbol “no llega ni para pipas” en comparación con el que obtienen a través de la venta de los derechos televisivos. Sin embargo quien mantiene vivo a un equipo son sus seguidores y debería facilitárseles las cosas.
|
etiquetas: fútbol , televisiones