Una persona de Elorrio muere en prisión a 1000 km de su lugar de residencia; condenado a 13 años por quemar un autobús, ya cumplidos, en primer grado y aislamiento. Había denunciado torturas en su periodo de detención y palizas de funcionarios de prisiones en varias ocasiones. Dirán lo que quieran pero su muerte parece cualquier cosa menos natural: morir a 1000 km de tu entorno familiar por aplicación de una legislación que busca la venganza, nunca será muerte natural.
|
etiquetas: arkaitz bellon , pernando barrena , sortu , presos vascos , dispersion