¿Cómo es posible que un equipo de barrio (Hoffenheim, con 3.000 habitantes, es un suburbio de la localidad de Sinsheim, que suma poco más de 30.000), con un estadio de 1.620 asientos, esté, por ejemplo, 10 puestos por encima del todopoderoso Bayern de Múnich? La respuesta es tan simple como repetida en estos casos: dinero. Lo pone Dietmar Hopp, que jugó en las categorías inferiores del club en su juventud. Pero el fútbol se le daba peor que la informática. En 1972, junto a algunos ingenieros de IBM, fundó una empresa de software, SAP AG.
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