"¿Que me lo das gratis? Pues cual jubilado en busca de su regalo, todos caemos. Es la fatal atracción de saber que no vas a ser timado. Total, no he pagado nada por ello.La felicidad del consumidor: es gratis. Deme más, deme más, por favor (...) Ahora bien, que la gratuidad se extienda no hace sino ampliar el número de transacciones.Sólo hay que ver las colas ante lo gratis: las sardinas en la fiesta del pueblo,el plato de fabada,los folletos turísticos en cualquier feria. Las hordas consumidoras del siglo XXI succionan todo lo que sea gratis."
|
etiquetas: peligros , economía , gratuidad , opinión