Desde su creación hace más de seis décadas, el Estado de Israel ha sido en numerosas ocasiones un problemático aliado de Estados Unidos. Si bien durante los ocho años de George W. Bush las diferencias se redujeron al mínimo merced a la cruzada de los republicanos contra el denominado 'eje del mal', el actual escenario supone un reto para Barack Obama, cuya nueva doctrina en política exterior da prioridad al derecho internacional y a las organizaciones que sucesivos gobiernos hebreos han ignorado con demasiada frecuencia.
|
etiquetas: actualidad