Científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén han dado con la forma de realzar genéticamente el perfume de las flores, y de implantar aromas en aquellas especies que carecen de olor. El perfume de las flores se ha multiplicado por diez, y se ha conseguido además que éstas emitan su olor día y noche. El laboratorio del director de esta investigación, Alexander Vainstein, es el único en el mundo que estudia tanto el color como el olor de las flores. Visto en español en
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