340.000 años después del Big Bang, el universo se había enfriado lo suficiente desde su inicio como para hacerse transparente y generar la radiación más antigua que se puede ver y ahora, 13.700 millones de años después, permea todo el universo como un fondo frío. Se llama la radiación cósmica de fondo de microondas y se conoce desde 1964. Pero entonces, cuando se detectó por primera vez, parecía uniforme, sin rastro alguno de fluctuaciones de temperatura o densidad. Ahora se detectaron ya esas fluctuaciones de las que nacieron las galaxias.
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