Es francamente curioso que de pronto todas las instituciones financieras, desde el FMI al Financial Times (que actúa como una más), estén dando la voz de alarma sobre la fuga de capitales. No sólo no es nuevo el fenómeno, y todo el mundo sabe que se ha multiplicado durante la crisis, sino que obvia uno de los motores principales de esa evasión monetaria: la defraudación fiscal. Es decir, primero estafan al erario público (que somos todos los que pagamos impuestos) y después huyen con la pasta.
|
etiquetas: fraude fical , evasión , capitales , amnistia