Parece un tópico, nunca enterrado del todo, ese egocentrismo con tintes de megalomanía que ha acompañado siempre a muchos artistas. Por eso, se hace difícil encontrar un artista al que no le gustara su arte... No me refiero a un simple descontento, fruto del sano afán de superación, sino a alguien que no creyera en sí mismo. Y este es el meditativo caso de Norman Rockwell, una anécdota dentro de la pintura, ese mundo lleno de Dalís sin serlo, una historia de auto decepción artística.
|
etiquetas: norman rockwell , artista , confianza , ilustrador , carteles , coca cola