A la mañana siguiente, cuando despertó, comprobó la cuenta del banco. Le habían pasado diferentes cargos hasta sumar un total de 8.600 euros. Los cargos se correspondían con pagos de distintos tipos de productos adquiridos en un club de alterne. El cliente, que había bebido en abundancia, se presentó en la Comisaría de la Policía Nacional para presentar una denuncia, convencido de que había sido víctima de una estafa. Nada más lejos de la realidad. Allí se acordaban perfectamente del denunciante, al que se refirieron como "el cliente del año
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