edición general
5 meneos
40 clics

No siempre se cumplen cinco años

Nada ocupa tanto tiempo en la mente del niño de cinco años como el juego. Juega para descubrir cómo salta más que el día anterior, para relacionarse con sus amigos, para tratar de alcanzar la hoja más baja del árbol. Quiere perfeccionarse mediante el ejercicio, quiere aprender. Porque necesita recomponer su mundo, casi tan fantástico como el de los cuentos, pero tan real que le hace sentirse protagonista: como princesa, como guerrero, como astronauta o médico. Y también como su papá o como su mamá.

| etiquetas: capacidad lúdica , educación infantil , el niño de 5 años , esperanza

menéame