Nuestro país, por desgracia, tarde o temprano quebrará. Está siguiendo exactamente los mismos paso que Grecia. Y acabaremos igual. Pero la culpa de lo que ocurre es, simplemente, nuestra. Del conjunto de los españoles en general. Tenemos derecho a elegir a nuestros representantes y siempre los elegimos mal. Básicamente porque somos tan ignorantes que, en realidad, lo que nosotros pensamos que es un representante no lo es ni probablemente lo será.
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