Normalmente el cuerpo regula su contenido en agua equilibrando la ingesta de líquidos (a través de la sed) y su eliminación (mediante la producción de orina). Cuando la cantidad de agua en sangre es baja, por ejemplo tras un exceso de sudoración o por pérdida de sangre debido a una hemorragia, el centro de la sed se estimula. Y hasta que el equilibrio se restablece, unas células llamadas osmosensoriales ordenan la liberación por el hipotálamo de vasopresina, una hormona antidiurética que da orden al cuerpo de retener todo el líquido posible.
|
etiquetas: fisiología , comer , domir , beber