Acabo de llegar a casa después de ir a mi Entidad Bancaria y montar un pollo de dos pares de cojones. Regreso con sentimientos encontrados, por un lado avergonzada de mí misma, por otro orgullosa por haber conseguido lo que pretendía. ¿El fin justifica los medios? En este caso sí ¿podría haberlo conseguido de otra manera? Lo dudo. Y aún así Ajjjjjjjjj! Que vergüenza! No me gusta nada tener que ponerme como lo he hecho, he sido vulgar, soez, desagradable, maleducada y barriobajera a tope, lo peor, ha sido premeditado por mi parte.
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