He pensado que a lo mejor estos días conviene utilizarlos para dar voz, desde el respeto, a los que no nos gusta el futbol.
Un par de "disclaimers" antes de entrar en manteca:
Personalmente siempre he reivindicado la individualidad en gustos, opiniones, e intereses en general, aunque asumo que, naturalmente, parece claro que la persona nunca va a ser totalmente libre dado que nos criamos en entornos y ambientes que condicionan de forma definitiva nuestro comportamiento, creencias e ideología, siempre creo que el límite debería ser inferior al que veo en la sociedad: Seguramente a mi me habrán inducido y yo asumiré como normal algo que a muchos no les parecerá correcto. Es lo normal, pero hasta cierto punto.
Por otra parte, del mismo modo que ir a Sevilla a criticar las celebraciones de la Semana Santa de forma supuestamente racional puede ser, en cierta forma, una misión suicida; meterse un día como hoy a catalogar de "lavado de coco", "borreguismo" o, simlemente "estupidez supina" el fenómeno futbolero solo puede conllevar tensiones y agravios personales dificiles de gestionar. Esto no va de eso.
Así pues, nada más lejos de mi intención que faltar al respeto al aficionado ni situarme en un plano se superioridad moral que no me corresponde, pero sí quisiera exponer varias opiniones personales que ante "triunfos" y delirios sociales como éste me rondan la cabeza una y otra vez:
- No comprendo cómo ante un, digamos de forma suave, "tinglado perfecto" como el que hay actualmente en el fútbol, el aficionado medio no se revela y evita formar parte de un negocio basado en dotar de sentimientos ficticios a una parte de la población referentes a una serie de empresas multimilllonarias que se reparten entre ellas y sus directivos (y jugadores) miles de millones sin ninguna aportación social adicional ni nada que realmente revierta en el socio del club o la sociedad que salta con cada gol, salvo ilusiones y aficiones sectarias creadas con la connivencia de un buen número de medios con el fin de mantener estable el sistema.
- De la misma forma, nunca he sido capaz de entender el fenómeno fan en general. Vale, te gusta cómo canta Bisbal, o cómo juega el Barça, admirable sin duda, pero ¿no crees que conviene disociar una emponderable cualidad de su categoría como persona?. ¿crees que J Balvin es un ser humano excepcional que merece todo tipo de alaracas, gritos y pasiones sólo porque canta bien?¿de verdad?
- La masa. Oh sí, LA MASA. Si lo hace la masa, yo lo hago. Si la masa se indigna, yo lo hago. Si la masa sala a bañarse en La Cibeles, supongo que debo hacerlo. Si alguien cuestiona lo que dice la masa, no pienso escuchar razones, no es el momento. Lo siento pero con esto no puedo, es demasiado irracional hasta para alguien tan limitado como yo. Coño, ¡un poco de amor propio y de individualismo!
- ¿De qué se alegra exactamente un aficionado que grita por el triunfo de su equipo? ¿recibe algo material a cambio? ¿redunda en su beneficio de alguna forma? ¿su entorno mejorará? ¿merece de verdad ese torrente de sentimientos o está más cerca de instintos primarios que sin duda una serie de personajes mucho más habilidosos aprovecharán para su beneficio personal sin que el seguidor cuestione el propio sistema? Lo siento pero si la respuesta a todo esto es favorable a desvivirse por un equipo, no puedo evitar pensar en un cierto sectarismo, aunque sea sano.
- Argumento: "Vale, pero a mi me mola, disfruto y lo paso bien viéndolo, así que déjame de milongas". Esto no tiene nada que objetar, es como si a la pregunta argumentada de si crees que es mejor una república respondes un "yo quiero al Rey". Vale, totalmente respetable, pero no me pidas que lo comparta porque no está en el mismo plano argumental. No puedo ponerme a ese nivel que obvia la discusión racional frente a la sentimental, lo siento. En mi retorcida mente no puedo evitar equipararlo al hecho intrascendente de alegrarse porque "Floristerías Pérez", negocio de mi barrio, venda muchos ramos en Todos los Santos, que me parece muy bien porque crea siete puestos de trabajo, pero nada más, no voy a gritar por ello.
Sé que a muchos todo esto os parecerá una chorrada, algo ofensivo o una meada fuera del tiesto. A todos os pido perdón, os animo a seguir haciendo lo que os brote y a seguir al equipo que vuestra situación os haya llevado a animar, faltaría más. :*