"Tras cuatro años de batalla legal, un juez federal de Estados Unidos desestimó todos los cargos contra un artista de vanguardia al que funcionarios públicos acusaron de bioterrorista, en un caso que muchos consideraron una persecución". Todo empezó cuando en su casa la policía localizó un laboratorio en que preparaba una instalación para un museo que debía permitir a los visitantes comprobar si sus alimentos contenían organismos genéticamente modificados. Obviamente, fue acusado de bioterrorista...
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