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No confundamos derechos con discriminación positiva o privilegios

Lo más merecedor de protección dentro de una sociedad, por ser el elemento más débil, es el individuo. Independientemente de si se es hombre o mujer, homosexual o heterosexual, disminuído físico o psíquico, niño, adulto, creyente, ateo, agnóstico, gordo, bajo, alto...el “yo”, es sujeto de derechos como ser humano sólo si esos derechos son exactamente los mismos para todos los individuos. Esos derechos de todos han ido desvirtuándose a lo largo del tiempo gracias a la matraca de los agentes de poder positivistas. Porque de eso se trata: de Poder

| etiquetas: derechos , discriminación positiva , individuo , libertad , liberalismo

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