Que sí, que hay mucho cachondeo por ahí con el nivel de inglés de nuestros políticos, y hasta una noticia en portada que habla de que los españoles tenemos uno de los niveles de inglés mas lamentables de todo el continente. Y será verdad, no lo dudo.
Pero la insistencia en que todos aprendamos inglés tiene poco recorrido, más allá de los intereses culturales de cada cual y las ganas de cada uno de servir a un imperio audiovisual que nos estandarice la cabeza. Porque fuera de eso, a nivel económico, el inglés no es ni de lejos la mejor opción. Insisto: si lo aprendes para ver series americanas, viajar por ahí o ligar con guiris, pues vale. Pero para trabajar, mala idea.
Para trabajar hay que evitar a toda costa los idiomas que hablen los pobres, como el inglés, el español o el francés. ¿O es que quieres, cuando se imponga el teletrabajo, competir por un puesto con quinientos millones de indios que cobran dos dólares la hora? ¿O es que quieres competir con millones de argelinos que van a cobrar la quinta parte que tú?
Si estás pensando en aprender un idioma por razones de trabajo y vas a dedicarle la cantidad de horas y esfuerzo que ese empeño requiere, aprende euskera, o alemán. Pero mejor que nada, esukera.
¿Cuánta gente que habla euskera va a competir contigo cobrando la cuarta parte? Si aprendes vasco lo tienes a huevo para estudiar allí, donde las universidades son buenas; podrás opositar allí y tienes medio sacada la oposición; seguirás en tu propio país, donde conoces el carácter, las leyes y las costumbres; estarás más cerca de la familia en vacaciones; seguirás pudiendo hablar tu propia lengua cuando alguna palabra o algún giro expresivo no te vengan a la cabeza, disfrutarás de una gastronomía y un paisaje acojonante, y cobrarás como una persona normal, sin tener que escuchar que hay quinientos indios y doscientos surafricanos esperando para quedarse con tu puesto.
El valor de una lengua no lo determina cuánta gente la habla, sino lo que tiene y lo que gana la gente que la habla. Ya somos 600 millones de hispanohablantes. Cojonudo. ¿Y qué? Cuando eres escritor freelance y te dicen que lo que cobras a veinte euros el folio lo hace un salvadoreño a uno con cincuenta, descubres de qué va la cosa. En teletrabajo, el español no vale nada. El inglés, lo mismo. Si sabes hacer algo que valga la pena y te apetece emigrar, aprende alemán o aprende ruso, que tendrás un buen sueldo hablando la lengua del país y evitarás desde el primer día meterte en el gueto de los forasteros.
La manía de obligarnos a aprender inglés es una vuelta de tuerca, una más, en el abaratamiento de los costes laborales, haciéndonos competir en salarios con personas de economías ruinosas.
Al inglés que le den por culo. Si es para tener mejores opciones de trabajo, aprende alemán. O aún mejor, aprende euskera.
No conozco a nadie que lo hiciese y se arrepintiera luego.