Pasó encerrada en un zulo de Viena ocho años, desde los diez a los dieciocho. En manos de un hombre con una vida normal, residente en un barrio normal, que quiso hacer de ella la mujer de su vida, perfecta y sumisa, construida a su antojo. Ahora publica las memorias de ese tiempo. Y cuenta a 'El País Semanal' cómo vivió 3.096 días sin libertad hasta lograr escapar
|
etiquetas: natascha kampusch , secuestro , priklopil