Teniendo en cuenta que muchos consideran a Ourense como la capital gallega de la corrupción y el nepotismo, no es de extrañar que esta iniciativa partiese de la provincia ourensana. De hecho, para celebrar la reunión fundacional, el promotor de la idea, Xosé Antón Vázquez, solicitó la cesión del salón de actos del Centro Cultural de la Diputación ourensana, la institución presidida por el siempre cuestionado José Luis Baltar.
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