A las mujeres de Palito, una de las villas mseria (conjunto de chabolas) más grandes de La Matanza, no les tiembla el pulso para demoler las casillas del hacinamiento y reemplazarlas por viviendas dignas; ni tampoco cuando de arrancar a sus hijos del
paco se trata, mientras les gritan a los cuatro vientos que los aman y los quieren vivos. Ver:
es.wikipedia.org/wiki/Paco_(droga).