Juana y Jorge, una pareja golpeada por la crisis, denuncian una campaña de hostigamiento ante el impago de la hipoteca: amenazas telefónicas, llamadas a familiares y trato humillante y degradante.En la sucursal bancaria todo fueron facilidades, a pesar de que en 2011 la crisis ya mordía. Además del cien por cien del precio de la vivienda, tasada en 170.000 euros, el director de la sucursal les ‘regaló’ 8.000 euros más para amueblar la cocina y los engatusó para que compraran acciones de la entidad financiera y aseguraran la vivienda.
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