La víctima, natural de Portugal, respondió a un anuncio en el periódico según el cual la acusada buscaba chica para realizar la limpieza de un piso y preparar la comida. Si bien, según denunció, en los días siguientes a iniciar su trabajo la escuchó hablar por teléfono ofreciendo servicios sexuales en su casa, donde decía que tenía "chicas latinas guapas" para realizar practicas sexuales específicas entre las que citaba el "francés". En varias ocasiones fue obligada a mantener relaciones sexuales en ese piso que la acusada cerraba con llave.
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