Un piloto engañó a una profesora de Haverfordwest para que tuviera relaciones sexuales con él, diciéndole que le tenía que aplicar un ungüento con el pene. El hombre también le dijo que conocía a un ginecólogo que le decía la frecuencia del "tratamiento" o si hacerlo deprisa o despacio. Por sugerencia del doctor también ponía un reloj en la mesilla para cronometrar las "sesiones". La afectada siguió "el tratamiento" durante 9 meses hasta que consultó a su doctor. Ahora ha demandado al piloto por violación y estafa. (En inglés)
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