Trabajadores de carretera de un pequeño pueblo neozelandés vieron cumplirse sus sueños cuando una mujer se desnudó diciendo que estaba harta de sus silbidos.La turista israelí estaba a punto de usar un cajero automático en la avenida principal de Kerikeri, al extremo norte del país, cuando los hombres le silbaron.Ella se desnudó tranquilamente y usó el cajero antes de volver a vestirse y partir
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