Simeón no pudo cumplir su deseo de jubilarse. Ayer falleció en el interior de su taxi, a consecuencia de un ataque al corazón, cuando esperaba su turno en la parada del aeropuerto de Loiu para transportar a un nuevo cliente. Su muerte causó indignación entre sus compañeros, que se concentraron de manera espontánea a última hora de la tarde. Varios de ellos habían corrido hasta el servicio médico de 'La Paloma' para dar la voz de alarma e intentar recabar la ayuda de un doctor. Sin embargo, se dieron de bruces con una puerta cerrada «a cal y can
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