La mortalidad por suicidio es una de las primeras en nuestro país, incluyendo a los niños. Pero nuestros planes de salud mental son ridículos e insuficientes. ¿De qué nos sirve un maravilloso sistema de transplantes cuando las enfermedades más frecuentes se descuidan? Es barato tener un área puntera para tranquilizar ánimos... pero la realidad es que la salud mental, que según la OMS supone ¡el 40% de las necesidades médicas! está descuidada en nuestro país. Los trastornos mentales no venden, pero hacen sufrir a mucha gente, y matan.
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