Su nombre es Yvonne. Tiene seis años y pesa 700 kilos. Es una vaca. Y muy astuta. Yvonne se escapó en mayo de una pequeña granja en el estado alemán de Baviera, donde iba a ser sacrificada. Desde entonces, ha dado al traste con todos los intentos de la policía, sus dueños y grupos de defensores de los animales por encontrarla. Y eso que se han empleado desde rayos infrarrojos hasta un “susurrador de vacas”, sin suerte. En español:
blogs.lainformacion.com/strambotic/2011/08/23/vaca-fugitiva/